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Exposiciones al Sol y como Prevenir Quemaduras

Uno de los efectos más frecuentes de estar bajo el sol sin protección son las quemaduras solares. Cuando son leves provocan enrojecimiento de la piel (eritema), sensibilidad y que durante varios días estemos sintiendo malestares en la piel como tambien que se pele la piel o piel escamosa. Este tipo de quemaduras afectan a las primeras capas de la piel (son de primer grado) y se curan en pocos días, pero si la exposición es más intensa puede producirse daño en capas más profundas de la piel, llegando hasta la dermis se trata de quemaduras de segundo grado que pueden ir acompañadas de ampollas, edemas, dolor es recomendable ir al médico.

Las personas de piel más blanca son las más susceptibles de quemarse bajo el sol. El pigmento que hace que la piel se vuelva más oscura, la melanina, es el que además nos sirve para protegernos de las radiaciones ultravioleta. La producción de melanina se incrementa cuando nos ponemos al sol y por esa razón nos ponemos morenos. Aparte de la estética, la melanina absorbe las radiaciones UV y las convierte en calor. Sin ella, el sol causaría daños sobre los vasos más superficiales de la piel y sobre el propio ADN de las células.

Que hacer para protegerse:

  • Manténgase alejado del sol cuando sus rayos son más fuertes (entre las 10 a.m. y las 4 p.m.).
  • Utilice ropa protectora.
  • Use anteojos de sol con buena cobertura que le brinden 100% de protección contra los rayos UV.
  • Evite las lámparas solares y las camas para broncearse.
  • Revise su piel con regularidad para detectar cambios en el tamaño, la forma, el color o la textura de sus marcas de nacimiento, lunares y manchas. Esos cambios pueden ser un signo de cáncer en la piel.
  • No exponerse por varias horas sin protección.

Consecuencias de exponernos al sol sin protección:

Golpe de calor: producido porque el cuerpo no es capaz de mantener una temperatura baja. Normalmente regulamos la temperatura de nuestro cuerpo mediante a la sudoración, expulsamos agua que al evaporarse nos enfría. El calor extremo, la humedad y el ejercicio bajo el sol pueden hacer que esta medida sea insuficiente. Aparecen entonces dolor de cabeza, pulso acelerado, mareo, náuseas, debilidad… si alguna vez te sientes así busca un lugar fresco, toma asiento y bebe mucho líquido (que no sea alcohol).

Insolación: se produce al no tratar adecuadamente un golpe de calor. Presenta síntomas mucho más graves como convulsiones, vómitos, coma e incluso la muerte. La manera de tratar en un principio la insolación es la misma que el golpe de calor: hacer descender como sea la temperatura del cuerpo, pero es aconsejable acudir al servicio de urgencias.

Cáncer de piel: seguramente el efecto más grave de ponerse bajo el sol sea el de desarrollar un cáncer. Los rayos UV provocan alteraciones en la estructura del ADN: hacen que se formen enlaces entre las bases nitrogenadas pirimidínicas, de dos nucleótidos adyacentes. Generalmente durante y tras la replicación (la duplicación del ADN antes de la entrada en mitosis) actúan mecanismos que reparan este y otros tipos de daños en el ADN. Sin embargo, si por la razón que fuera no lo hubieran hecho, tendríamos una célula con el ADN alterado que seguirá dividiéndose.

Deshidratación: que consiste en una falta de agua y sales minerales en nuestro organismo. Los síntomas de la deshidratación dependen del nivel de la misma desde dolor de cabeza (similar al de la resaca), vértigo al ponerse de pie, mareo… hasta aumento de la frecuencia cardíaca y respiratoria, delirios, espasmos e incluso la muerte. Evitar la deshidratación es tan sencillo como beber abundante (aunque sin excederse, también existe la hiperhidratación) sobre todo si nos encontramos sedientos y al hacer ejercicio.

No dudes en consultar a tu médico, para que él pueda medicarte e indicarte el mejor tratamiento.