Alegoría de los tres estados mentales que pueden ayudarte a tomar decisiones y accionar ante obstáculos de la vida cotidiana.
En la actualidad nos enfrentamos a retos diarios que requieren de toma de decisiones y de acción para que algunos objetivos se cumplan, sin embargo, con el pasar del tiempo es probable que veamos obstáculos que consideremos difíciles. Y es muy posible que en algún momento te hayas preguntado, ¿Cómo respondemos a los retos de la vida diaria?
Es importante que pensemos en tres casas: respondemos como víctima, como avestruz o como guerrero. ¿Qué quiere decir esto? Es una alegoría sobre los estados normales y habituales de respuesta ante un reto. En este texto te brindamos más información sobre como buscar soluciones ante los retos de la vida cotidiana.
¿Qué significado tiene responder a los retos de la vida según estos tres estados mentales?
1. Si respondes como víctima: La principal característica es que te gusta culpar, ya sea a ti mismo, a los demás, o a algo de tu situación actual. Te encanta poner excusas, y siempre das como respuesta un porqué a un ‘fracaso’: Por ejemplo, dirás «Yo no sirvo para eso…», «Mi jefe me lleva mal…», «He perdido el examen por mala suerte…»
2. Si respondes como avestruz: Vas a ignorar las situaciones, y vas a hacer como ellos, o sea, meter la cabeza bajo la tierra y esperar las cosas cambien y el peligro pase. Metiendo la cabeza en la tierra crees que los demás no te van a ver y no. Crees que haciendo esto consigues que las situaciones se resuelvan solas. Optimistas sí que eres. Sí, piensas mucho pero no actúas. O sea, que te quedas en tu zona confortable, esperando que todo va a salir bien. Pero no te atreves a salir y lo peor, es que, al no ponerte en acción, crees que estás estancado y te consideras un fracasado.
3. Y si respondes como un guerrero: Piensas que los problemas son una gran oportunidad para mejorar y para crecer. Te creces ante la adversidad. No paras de buscar soluciones, y elegir. El guerrero pasa primeramente a la acción y después evalúa. Si el resultado es el que espera, estupendo, y si no lo es, pues piensa enseguida en otra solución. Aprenden de los errores y no se quedan sin hacer nada… El rol de víctima y el avestruz funcionan bajo motivación, y el guerrero empieza con ella, pero continúa con compromiso y determinación. ¿Con cuál te identificas más? Si eres un guerrero o guerrera, ya sabes, enhorabuena.
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Recuerda: el cambio lo haces tú, no dejes que tus miedos, la incertidumbre y los diferentes retos de la vida cotidiana se interpongan en tus objetivos y tus metas. Nunca es tarde para hacer un cambio que pueda mejorar tus decisiones y tus acciones.