hero-header

 

Conoce como se desarrolla la agresividad y la violencia y cómo puedes controlarla.

En este informativo te brindamos más información sobre la agresividad y algunas recomendaciones para que puedas controlarla.

La agresividad y la violencia en la actualidad es motivo de denuncias, consultas con profesionales de la salud mental y física. Tanto en niños como en adultos la falta de control tiene consecuencias negativas, ya sea a nivel personal, familiar o social. Cuando esto se convierte en una respuesta habitual ante los problemas o frustraciones de la vida, estas conductas generan malestar tanto en la persona como en el entorno.

¿Por qué somos violentos y agresivos?

Es importante mencionar que actualmente la agresividad que se produce por una falta de control de los impulsos es más común cada día en la sociedad. Independientemente de que la persona desee dañar realmente al otro o no.

El ser humano reacciona de forma agresiva y violenta cuando se siente en peligro o amenazado. En muchas ocasiones, estas reacciones están compuestas por emociones como la ira, el enojo, la cólera o la rabia, estas emociones aparecen de forma espontánea y repentina.

Causas:

Algunas causas pueden ser: una situación peligrosa o injusta, o la falta de atención por parte de otras personas. También suelen estar relacionada con factores que la desencadenan, como, por ejemplo, el alcohol, y otras sustancias. También por un sentimiento (real o irracional), una provocación, estrés, frustración, las condiciones ambientales. Por ejemplo, el calor extremo o el ruido excesivo y constante.

La respuesta agresiva es la misma ante los diferentes estímulos, es decir, una respuesta inespecífica que no se disipa con facilidad y se acumula. Esto quiere decir que si se mantienen o aparecen nuevos estímulos estos se suman a los anteriores.

Tipos de respuesta agresiva:

  • La violencia que aparece para lograr un fin:Esta conducta se asocia con la incapacidad para resolver los problemas utilizando habilidades de comunicación y con la falta de autocontrol. Con un ejemplo se entiende mejor: Un hijo no quiere hacer los deberes y se niega en rotundo, el progenitor quiere que los haga y se siente enfadado, pero en lugar de utilizar un castigo como, por ejemplo, dejarle sin juegos, le pega, le grita y le insulta. Si te fijas la agresividad aquí tiene un objetivo, “obligar a hacer los deberes”, pero la conducta es igualmente colérica.

  • La violencia explosiva:Cuando una persona aguanta una situación que le frustra durante tiempo pueden aparecer en un momento dado explosiones de ira. A veces las frustraciones, injusticias o perturbaciones diarias, aunque sean pequeñas se van acumulando en la persona.

  • La agresividad como defensa:También puede aparecer la conducta agresiva cuando la persona se siente atacada ya sea real o imaginariamente. Si existe una tendencia a interpretar las situaciones negativamente podemos llegar a utilizar la agresividad de manera injustificada.

¿Cómo se puede mejorar o controlar el comportamiento agresivo?

  • Analiza de dónde viene la ira: Toma conciencia de los motivos que producen la agresividad, saber esto es el primer paso para comenzar a gestionar esta emoción. Se deben buscar la razón de estos impulsos, sobre todo los que nos conducen al desarrollo de la rabia, cólera o ira, de forma que podamos hacer consciencia de lo que esta pasando en nuestras vidas.

  • Las técnicas de control ayudan a detenerse en las fases previas a la conducta agresiva, si quieres leer más acerca del control de impulsos puede ingresar al siguiente enlace:https://bit.ly/3S5tQ4B

  • Reformular tus pensamientos: Muchas veces nuestros propios pensamientos nos llevan a no gestionar de forma eficaz nuestras emociones. Es importante darle otro sentido a lo que estamos pensando de las situaciones y de los demás, de sus intenciones y de los motivos reales que tenemos para mostrar esa agresividad.

  • Piensa en las consecuencias: Ten presente que las respuestas agresivas pueden afectarte de forma directa y todo tu entorno, con tus conductas puedes desarrollar problemas familiares, de trabajo y con tu círculo cercano de amigos/as. Por ejemplo, puedes hacerte daño en un arranque de ira cuando conduces y puedes provocar accidentes graves, multas o infracciones.

  • Mantener hábitos de vida saludable: El alcohol, el tabaco, las drogas, no dormir suficiente o no tener una alimentación saludable, propicia el desarrollo conductas que no podemos controlar. Por ejemplo, sentirse agotado física y mentalmente hace que nos sintamos más irritables. También empeora la forma de afrontar situaciones negativas.

  • Practica técnicas de relajación: La meditación, la relajación y las técnicas de autocontrol son formas muy efectivas de evitar la ira. Puedes relajarte también haciendo ejercicio, con deporte, yoga o mindfulness. Estos ejercicios deben practicarse consantemente para obtener mejores beneficios. Acá te dejamos algunos:https://bit.ly/3xqPHvk

  • Pide ayuda profesional: Acudir a terapia puede ser un gran paso para aprender técnicas de autocontrol y cambiar tus conductas de forma consciente.

En definitiva, la agresividad es una conducta que puede aparece por diferentes factores, sin embargo con el apoyo necesario y siguiendo las recomendaciones puedes controlar la agresividad de manera que se puedan evitar las consecuencias negativas que produce.

“Nada bueno viene jamás de la violencia”. Martín Lutero


Fuentes:

TherapyChat (22/09/2019). Obtenido de:https://bit.ly/3RxBxRn

Flores C. (02/01/2019). Jupsin, información para decidir. Obtenido de:https://bit.ly/3d221eB