Conoce sobre la procrastinación, sus ciclos y cómo puedes evitarla o dejar de procrastinar
¿Has pensado en algún momento posponer algunas actividades importantes o tareas de urgencia? La procrastinación es básicamente posponer diferentes situaciones, actividades o tarea para después, y aunque esto te pase muy a menudo y piensas que es algo que puedes controlar con regularidad, también te puede ocasionar muchos conflictos. Déjanos comentarte en el presente informativo sobre qué es la procrastinación, sus ciclos y conoce algunas recomendaciones para evitarlo o dejar de hacerlo.
¿Qué es la procrastinación?
Para los y las expertas en salud mental, procrastinar es evadir, posponer o aplazar la ejecución de tareas, actividades, proyectos, asignaciones y responsabilidades, realizando otras actividades. Al procrastinar, tendemos a usar otras actividades como refugio con la finalidad de no asumir responsabilidad. Es importante mencionar que no es sano acostumbrarnos a huir o esquivar las responsabilidades.
Muchos expertos han indicado que procrastinar es más que un problema de gestión del tiempo, más bien está relacionado con la incapacidad para regular las emociones desagradables como: ansiedad, miedo al fracaso, estrés, inseguridad, perfeccionismo o por sentir sobrecarga de actividades. Todos estos sentimientos se dan porque muchas veces nos sentimos incapaces de cumplir una responsabilidad y percibimos esta como algo que supera nuestras posibilidades, aunque no sea del todo cierto.
Ejemplos del ciclo de procrastinación:
Seguridad falsa: ¿qué se suele pensar?
- Tengo mucho tiempo para la entrega de esa tarea o proyecto.
- Puedo hacerlo en mi tiempo, pero por ahora me dedico a otras actividades.
- Puedo hacer ese proyecto o esa asignación de forma fácil y rápida.
Pereza: ¿qué hacemos o decimos?
- Es buen momento para pensar en trabajar con el proyecto o la asignación que tengo pendiente.
- Antes de empezar puedo buscar algo de tomar o comer.
- Voy a verificar mis redes por si han publicado algo importante.
Excusas: ¿qué hacemos o decimos?
- Ahora estoy muy ocupado, puedo realizar ese proyecto o esa asignación en otro momento.
- Ahora estoy descansando de todas las actividades realizadas, para luego enfocarme en lo que tengo pendiente.
- Si ingiero alimentos antes de trabajar, podré enfocarme mejor.
Negación y crisis:
- Todavía tengo tiempo suficiente para la entrega.
- Puedo trabajar por las noches; yo no necesito dormir.
- Finalmente me doy cuenta que no he tomado acciones relacionadas con el proyecto o la asignación.
- No tengo tiempo para hacer nada más que no sea el proyecto o la asignación pendiente.
- Prometo no volver a dejar ningún proyecto o asignación para el último momento.
- Podría haber salido mejor, de haber invertido más tiempo en realizarlo.
Repetición:
- Inicia el ciclo de procrastinar con la próxima actividad o asignación.
Recomendaciones para dejar de procrastinar:
Es importante que podamos transformar nuestros pensamientos y comportamientos personales, esto requiere esfuerzo, dedicación y voluntad para poder avanzar y mejorar nuestro diario vivir. El truco aquí es seguir recompensando a nuestro cerebro, pero de una mejor manera. En lugar de buscar recompensas que te distraigan del objetivo, busca aquellas que te motiven a hacerlo.
- Identifica distracciones:cuando logres identificar las distracciones, utiliza tu fuerza de voluntad para convertirlas en buenas recompensas. Debemos aprender a ignorar esa voz que nos dice “¿No sería mejor que comieras algo antes de trabajar?” y cambiarlo a “Cuando acabes de trabajar puedes comer algo, etc.”
- Organiza tus tareas diarias: una buena forma de vencer la procrastinación es dividir en partes todas las tareas que no queremos hacer. Es importante que no te sobrecargues, puedes dividir tu día en 2 y así será más fácil sobrellevar tus tareas diarias y el sentimiento negativo que te pueda causar.
- Evita el auto-consuelo: evita actividades como “Veo mis redes sociales 5 minutos y sigo trabajando” o “No pasa nada si lo dejo para mañana”. Es importante que te comprometas con tus responsabilidades.
- Comunica tus decisiones: te servirá como presión social, es decir, será más fácil comprometerte a una acción cuando alguien más está informado de ella. Por ejemplo, decirle a tu jefe/a que tendrás listo el proyecto hoy a las 3pm o contarle a tu mamá de una importante entrega, te ayudará a aumentar tus probabilidades de completarlo, ya que seguramente te preguntarán por él o esperarán de ti los resultados que tú mismo prometiste.
Ahora que conoces algunas recomendaciones estas preparado/a para dejar de procrastinar, consigue tus metas y comprométete a cumplir con tus objetivos.
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¡Todos tenemos un poder especial: la facultad de elegir!
Fuente:
Leonor J. Diario Libre (14 de mayo 2020). Obtenido de:https://bit.ly/3fD19Or