El Marco de Gobernanza sobre la Migración (MiGOF, por sus siglas en inglés) es un cuerpo conceptual- institucional que incorpora aspectos esenciales que deben tenerse en cuenta para facilitar la migración ordenada, segura, regular y responsable, además de la movilidad de las personas, a través de políticas de migración planificadas y bien administradas.
Fuentes de la Organización Internacional de las Migraciones coinciden en que la incorporación de este marco regulatorio tiene como objetivo presentar de manera consolidada, coherente e integral, tres principios y tres objetivos que, de ser respetados y cumplidos, garantizarían que la migración sea humana, ordenada y beneficie tanto a las personas migrantes como a la sociedad.
El MiGOF responde al décimo de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), Reducción de las desigualdades. Asimismo, está estrechamente relacionado con el 10.7, que llama a “facilitar la migración y la movilidad ordenadas, seguras, regulares y responsables de las personas, entre otras cosas mediante la aplicación de políticas migratorias planificadas y bien gestionadas”.
El apego a las normas internacionales y el cumplimiento de los derechos de las personas migrantes, la formulación consciente de políticas basadas en evidencia y con enfoque de gobierno integral; y la participación de socios y contrapartes interesadas en el tema de migración y asuntos relacionados, constituyen los principios básicos de este marco.
Estos proponen las condiciones necesarias para que los flujos migratorios sean gestionados de manera eficaz y beneficien a todos los seres humanos, independientemente de su origen, edad, identidad sexual, religión, condición física u otra consideración.
Al mismo tiempo, representan los medios a través de los cuales un Estado puede garantizar el respeto y puesta en práctica de estrategias o acciones que cumplan con los requisitos para una buena gobernanza de la migración.
En sintonía con ello, los tres objetivos del MiGOF son: impulsar el bienestar socioeconómico de las personas migrantes y de la sociedad; abordar con eficacia las dimensiones de movilidad de las crisis y asegurar que la migración tenga lugar en espacios seguros y de forma digna y ordenada.
El alto grado de especificidad de estos objetivos pretende frenar cualquier intención de invertir esfuerzos en organizar más convenciones, elaborar proyectos legislativos o ejecutar prácticas paralelas o superpuestas a las existentes.
De tal suerte, estos aseguran que la migración transcurra de forma integrada y holística, considerando las distintas categorías de las personas migrantes, atendiendo sus necesidades de asistencia en caso de emergencia, construyendo resiliencia en individuos y comunidades, así como garantías de oportunidades para la salud económica y social de los Estados.